PALOMAR DORMIDO
¿Dónde estás paloma torcaza?
que ya no vienes con tus pasos menudos
a comer maíz de mi mano trémula?
¿En qué plaza te escondes?
en qué caminos del mundo?
Todo acabó.
Te llevaste mis mañanas.
Ya todo está oscuro.
Se ha secado el lago azul
espejo de aguas era mi alma,
visiones apacibles
que se deslizaban
sin esperar el ruego.
Se ha callado la sílaba amada,
ha cesado el viento;
aquel que traía mágicos misterios
y yo flotaba
en ese lago vespertino
donde todo era posible,
hasta encontrar piedras preciosas
en sus profundidades,
pero las gemas se han perdido.
El palomar está vacío de cantos
y las palomas se han dormido.
INGRID ZETTERBERG