jueves, 11 de abril de 2024

La felicidad se fue

 


LA FELICIDAD SE FUE

Me he asomado a un sol
de melancolía,
en esta ventana vespertina
que ha mirado mis lágrimas.

La felicidad se ha ido de puntillas,
como sigilosa,
como desapercibida.

No tengo más
el secreto de la risa.
Se ha escondido entre versos
y cortinas.
Se ha ido cabalgando
cual un negro corcel
que va de prisa.

En otros tiempos, el llanto
no surcaba mis mejillas,
yo exhalaba juventud,
yo reía.

Los años se escabulleron
por mi ventana, llegó la vejez
y no han vuelto a iluminarme aquellos días.

INGRID ZETTERBERG

De mi poemario
"El vuelo de las golondrinas"

Derechos reservados

miércoles, 20 de marzo de 2024

Dame


DAME

Dame palabras de brisa
que mitiguen soledades.
Dame pétalos lilas
que tiñan con sus bondades
mi andar sin tanta prisa.

Blancos silencios
con la nieve del tiempo,
un pasar de años
apacibles y lentos.

Dame voces amables
que atisben mis umbrales;
que toquen a mi puerta
un caudal de emociones;
que me brinden su amistad
mariposas y gorriones...

Que mi sombra habite mi huerto,
y pueda cosechar
la labor de mis manos.
Dame un gesto tierno
en los ojos de mis nietos.

Que visiten mis pasos
aunque ya se hagan viejos;
que me inviten un dulce
de sus tesoros eternos.

Dame una fuente que ría
entre negras piedras sombrías;
y el sonido leve del agua
golpee suavemente mis mañanas.

Que alguien en la faz del mundo
se impregne con mi esencia
y vaya saboreando mis prosas,
mis versos y vivencias.

Dame largura de décadas
y cumplidas promesas.
Y no olvides que fui el ave mansa
que agonizó en la espera.

Que fui tórtola cobijada
bajo el alero de tu templo,
donde la blanca escarcha
me cubría de silencios.
Dame por fin tu abrazo
que ablande mis decepciones
cuando atraviese la luz
y me arrope en tu regazo.

INGRID ZETTERBERG

(Estas peticiones se las hice
al Señor hace muchos años, pero
he preferido publicar este poema
en este blog, en vez de hacerlo 
en el blog espiritual.)

Derechos reservados 

viernes, 1 de marzo de 2024

Entre los pliegues de su túnica

 


ENTRE LOS PLIEGUES DE SU TÚNICA

En mi hogar hay paz.
Aves cantarinas que pasan en bandadas
festejando la luz vespertina.
No abunda el dinero,
es más, escasea,
pero no falta el alimento;
campanitas de alegría
del bambú que recrea.

El viento traspasa la ventana
refrescándonos de este verano que castiga.

Aún perdura la luz;
la mano de Dios se posa en mi tejado,
mi casa está guarecida
entre los pliegues de su túnica.
Él no nos olvida.

Las voces amansadas por el viento, nos visitan.
Es hora de la siesta
y los párpados se cierran.
¡Qué paz!
se apagaron los ruidos de la avenida,
se calló el megáfono del que vende
uvas y granadillas.

El afilador de cuchillos que imita
el silbido del tiempo
se ha silenciado un momento.

Los árboles se agitan en la tarde mansa,
y la paz de mi hogar
se vive en el silencio.

INGRID ZETTERBERG

Derechos reservados

lunes, 12 de febrero de 2024

Monotonía

 


MONOTONÍA

(Inspirado en la pintura de George
Pierre Seurat)

Empecé a morir
cuando el hambre tocó mi ventana
y el sol se posó sobre mi espalda.

Empecé a morir
sentado allí
frente al más grande aburrimiento.

Laguna que no me dices nada,
en este sol que amodorra
y todo pareciera en paz,
mas las sombras de los árboles me llaman.
Quisiera ir hacia ellas
y refrescar mi alma.

Mi estómago cruje de hambre
a esta hora en que el sol hostiga
y yo empiezo a morir
observando a la gente que descansa
de su monótona vida.

Domingo azaroso, o sábado quizás,
me enferma la monotonía
en este césped vulgar
frente a la laguna tan fría,
a la que no me atrevo a entrar.

INGRID ZETTERBERG

De mi poemario
"El vuelo de las golondrinas"

Derechos reservados

miércoles, 31 de enero de 2024

Canto de despedida

 


CANTO DE DESPEDIDA

Ya nadie habla de la niña del cántaro,
yo besé sus manitas de piedra fría,
su soledad de campos olvidados.

Ella era un poema de campanas,
abandonada entre el polvo de los días,
la lluvia rociaba su alma helada
y el tren al pasar le echaba su oscuro vaho.

Niña cincelada entre los campos,
se derramaron sobre ti los años.

Cuenta la historia que hace muchas décadas
tú amabas y reías.
Recogías agua en el pozo del poblado
y jugabas con otras niñas.

Pero dicen las lenguas que una mañana
un tren arrasó con tu débil cuerpo de nácar
al cruzar la vía.
Y en tu nombre te erigió eterna
un compadecido artista.
Desde entonces en su vaivén de brisas
sólo las flores
te entonaron un canto de despedida.

INGRID ZETTERBERG

De mi poemario
"El vuelo de las golondrinas"

Derechos reservados

Nota: Este poema me lo inspiró un sueño que tuve hace algunas noches. Y me lo destacaron en el foro
"Labradores de poesía"




sábado, 6 de enero de 2024

Desde el alma te invito




DESDE EL ALMA TE INVITO

Amiga,
ya se nos fueron las décadas
en el espejo del tiempo...
Ya no somos las niñas
que jugaron bajo la higuera.
Nuestras muñecas
fueron al destierro.

Amiga,
la vida pasó como un viento
que no regresa.
Nuestras risas y cantares,
nuestros discos de vinilo,
todo se ha perdido.

Quince años
atesorábamos en nuestras manos,
¿qué fue de aquellos abriles transcurridos?
una niebla ya los cubre.

Hoy vamos por nuestra última vereda
¡tan llena de recuerdos!
acaso una llamada,
una visita que no llega,
y es que ya estamos viejas.

Amiga, desde el alma te invito
para soñar con lo que se ha ido,
para beber otra vez el agua fresca
de la niñez que se nos fue,
porque aquí en mi mesa
siempre habrá un sitio que te espera.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi
querida amiga 
Lily Cordero Grellaud

Derechos reservados

 

miércoles, 20 de diciembre de 2023

Labor navideña

 


LABOR NAVIDEÑA

Navidad eres tú hija mía,
con tus manos laboriosas
me has llenado de brillo y alegría
la casa.

Mi niña buena, ¡Qué buen gusto
para decorar!

Has hecho grandes listones,
los espejos con guirnaldas
luces y ternura en el jardín.

Mi Stephanie, mi ternura
¡qué paciencia la tuya!
¡y qué corona reluciente!

Has trabajado hasta de madrugada.
Tu labor me enorgullece,
pues todas las vecinas te alaban.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amada hija Stephanie

viernes, 1 de diciembre de 2023

El pez

 


EL PEZ

Pececito azul,
quiero llevarte
latente.

Unas manos
que amo
en silencio,
te dieron hogar.

Acuario
que encierra
tu fino aleteo
de velero
al viento.

Y piedras
diminutas
en un son 
ingenuo,
bordean
tu palacio
de cristal.

Pez escogido
entre un millar,
arrancado
del susurro
de las aguas.

Pronto
han de escapar
mis miradas
de tu mansa
soledad.

INGRID ZETTERBERG

(En la casa de mi hija Claudia en Boyton beach. 
Abril 2,010)

Derechos reservados

sábado, 4 de noviembre de 2023

Ya te extraño

 


YA TE EXTRAÑO

Vas tejiendo en silencio
una alfombra de vivos matices
sobre suelos agrestes
y vergeles.

Primavera que te elevas
como reina de los campos
cual esperanza nueva.
Ya te extraño
porque el invierno con sus ruinas
el alma nos ha lacerado.

Anhelo tus nidos
entrelazados con pajita y algodón
hechos con maestría
y desconocido amor.

Quiero alimentarme
de tus patios soleados
donde pasea el verso
entre sus mansas murallas.

Jilguero que cantas
y anuncias la tibieza
de la noble primavera,
que trae consigo a las begonias,
los lirios y las hortensias.

Quiero llenarme
de la placidez de tu sol
y que a mi huerto
lo invada tu canción.

INGRID ZETTERBERG

Derechos reservados

miércoles, 18 de octubre de 2023

Tras de ti

 


TRAS DE TI

Si te vas
habrá un invierno de grises paredes
en nuestra habitación.
Dejaré de retoñar
y me arrastraré como sombra del jardín.

No alcanzaré más tus pasos
que habitan
donde nunca llegaron mis pisadas.

Si ya no me visita tu pálida aura
mi boca olvidará los arrullos
para tu alma.
¿Quién te hará dormir entre sábanas?
¿Quién entibiará mis manos?

Quiero irme contigo, tras de ti;
es mi única esperanza.

En tu solo adiós
estarían nuestras voces extintas
y el silencio caminaría en mi espíritu,
ya sin fe ni oración.

INGRID ZETTERBERG

Derechos reservados

miércoles, 4 de octubre de 2023

El pequeño visitante


EL PEQUEÑO VISITANTE

Tan solo ayer,
posado al borde
de la fría mañana,
me otorgaste
la mansedumbre
de tu reposo.

Pájaro silvestre
que plegaste
tus alas
en inocente ruego
tras mi ventana.

Hoy has vuelto
a cogerme el alma.
Te uniste a mi canto
en secreto,
y te llevaste
mis lágrimas.

Grisáceo
de ataredecer,
entre el poniente
y mi tejado,
tu silueta de fuego
entre brumas
me ha visitado

INGRID ZETTERBERG

De mi poemario
"Tu luz y mis versos"

Derechos reservados

 

domingo, 17 de septiembre de 2023

Él no llega

 


ÉL NO LLEGA

Aguardando en la balsa,
ataviada con tu blanca vestidura;
tu melena rojiza al viento
y tu faz desolada.

Han pasado dos horas
en la orilla del lago otoñal,
pero él no llega...

¡Qué solitario el paisaje
cuando avanza la tarde!
Tus sueños se marchitan
entre las hojas flotantes.

El amor se esfumó a lo lejos
en la niebla,
otoño de sinsabores;
de hojarasca amarillenta.

El paisaje sombrío
le habla a tu dolor.
A su ausencia infinita
que adormece tus ansias.
Tarde definitiva
de adiós y de quebranto.
Ya nada esperas,
él no llega, él no llega...

Su voz amada se perdió
en la hora vespertina;
ya sólo se escucha tu llanto.

INGRID ZETTERBERG

De mi poemario
"A la sombra del ñandubay"

Derechos reservados

jueves, 7 de septiembre de 2023

Silencio onírico

 


SILENCIO ONÍRICO

¿Dónde está la llave
de la puerta herida de sombras?

¿Dónde va tu ausencia
perdida en oscuros callejones?

Las manecillas del reloj
se detienen en el desértico paraje.
Todo quedó estancado.

El sueño que dictaba
palabras de oro amables,
se escapó entre rendijas
de anochecer.

Y tú, escondiendo tus pasos
entre balcones y golondrinas
te has quedado muy solo
en los libros del ayer.
Y yo te busco repitiendo tu nombre,
tus versos, tus tesoros;
que vivirán por siempre
en mi alma, gemela de la tuya.

¡Que corto es el silencio onírico!
y las páginas
de letras vencidas,
donde ya no caben las mías.

Te miré en tu atroz lejanía
y me vine envuelta en lágrimas
con mi decepción, sin fuerzas, sin vida.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado al gran poeta
Gustavo Adolfo Bécquer
(después de un sueño que tuve
con él)

De mi poemario
"A la sombra del ñandubay"

Derechos reservados


sábado, 26 de agosto de 2023

El último escalón

 


EL ÚLTIMO ESCALÓN

Cuando yo me halle
en el más oscuro peldaño
de mi anochecer,
guarda para mí un refugio
donde recostar mi cabeza
y recuerda nuestro antiguo idilio;

porque hoy me rodea la maldad
como esquirlas que queman el alma.

No se puede retomar la pluma
suspendida en el viento de la noche,
quebrado ya el impulso
que se agota lentamente
aunque vea ya cercano
el último escalón de mi destino.

INGRID ZETTERBERG

De mi poemario
"A la sombra del ñandubay"

Derechos reservados

jueves, 17 de agosto de 2023

Divina justicia....Ven

 


DIVINA JUSTICIA...VEN

Nunca más regresaste detrás de tus pasos,
cual un fantasma de mirada turbia
te apeaste en el andén de mi espera.

Ya no eras tú, ni tu risa;
sólo un extraño y esquivo.
Nunca más las margaritas
volvieron a ser tuyas,
ni la albahaca ni la hierbaluisa
brotaron de tus manos.

Se han callado los pájaros bulliciosos
que tú alimentabas,
se ausentaron de nuestro huerto;
al igual que las violetas
dispersas en el viento.

Ya no regresarás a mi destino,
tu mente se extravió
por lejanos abismos;
y hay culpables en la sombra
con disfraz de religión
que pisotearon nuestros caminos.
Ya nada tiene color;
sólo espero en la divina justicia.

INGRID ZETTERBERG

Derechos reservados

De mi poemario
"A la sombra del ñandubay"

sábado, 5 de agosto de 2023

Relojes


RELOJES

El tiempo se disuelve entre mis manos
con añoranza de lo que fue 
y ya no será.

Juventud que te has marchado
cual un sueño que se truncó
en las arenas desérticas de la vida,
que te perdiste en el horizonte azul,
cuando yo creía en tu eternidad.

Relojes que se derraman
cual un llanto desgarrado
en las esqueléticas ramas
que ya no florecerán.

El tiempo dormido
es un sueño que no perdona,
no en este mundo finito,
pero se extiende en otras dimensiones
más allá de los astros.

El pasado y el presente
se unen de pronto
en una extraña sinfonía
y son uno en la expansión del cosmos,
donde no existen los relojes.

INGRID ZETTERBERG

De mi poemario
"A la sombra del ñandubay"

(Inspirado en una pintura
del gran pintor Salvador Dalí)

Derechos reservados

 

domingo, 16 de julio de 2023

Las botas del hombre que amé

 


LAS BOTAS DEL HOMBRE QUE AMÉ

Tus bototos, como tú les llamabas
los que usaste por años
para traernos el pan,
allí están en un rincón
cubiertos por el polvo de tu olvido.

Yo me parezco a esas botas tuyas
que guardan una historia
de lucha, de trabajo y esperas.

Llevan las cicatrices de mi alma,
llevan el dolor de aquellos días,
de tu tesón bajo el sol;
de tu juventud gastada
entre máquinas y soldaduras.

Llevan tus pasos diligentes
que se perdieron por los caminos
de la selva.
Llevan el barro de las lluvias crueles
junto al Orinoco.

Tus amados bototos,
testigos fieles de las huellas
que fuiste dejando en el mar del tiempo.

Te sostuvieron
cuando junto a otros obreros
construiste aquel gran coliseo.

Valiente siempre fuiste
enfundado en tus botas
con punta de acero,
que te llevaron a trabajar
en las calderas de los barcos.

¡Ah! tus bototos compañeros,
que ahora yacen solos
en el fondo de un armario.

Llegó la vejez con sus ruinas
y nunca más esos bototos
te vi calzando.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a una botas
de trabajo que usaba mi esposo
en otro tiempo.

De mi poemario
"A la sombra del ñandubay"

Derechos reservados



La felicidad se fue

  LA FELICIDAD SE FUE Me he asomado a un sol de melancolía, en esta ventana vespertina que ha mirado mis lágrimas. La felicidad se ha ido de...