EL HUÉSPED
Ya va llegando el otoño
y va regando sus semillas de ternura
en mi solitario huerto.
Y va desmenuzando trocitos
de brisa fresca, que no son olvido.
Viene a hospedarse
cual invitado de mi alma
y se acomoda entre los pinos del patio.
Como un labriego es amable
y me ha saludado
desde las frías nieblas que lo arropan.
El otoño es un viejo amigo,
huésped de mis noches;
compañero del camino.
Pasajera es su huella.
Mas yo quisiera que se eternizara,
pero pronto debe darle paso al invierno,
aquel oscuro enemigo.
INGRID ZETTERBERG
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