MARTÍN PESCADOR
Pajarito tierno
que me hablas de Dios
en tu magno silencio.
Oh, martín pescador,
dime,
¿habrá algún cielo
donde yo pueda cobijarme
en la brillantez azul
de tu plumaje?
Quiero en mi pecho arrullarte
y tu dulce temblor quizás
a mi ternura le baste.
Hay en ti
una quietud inefable
que contrasta con el latir
de tu apresurado corazón.
No temas, sólo descansa...
que yo dejaré plasmada
entre mis letras
la inmortal tristeza
de tu mirada.
INGRID ZETTERBERG
De mi poemario
"Tu alma y la mía"
Derechos reservados
Safe Creative Cta. 1006080193112