ENTRE LOS PLIEGUES DE SU TÚNICA
En mi hogar hay paz.
Aves cantarinas que pasan en bandadas
festejando la luz vespertina.
No abunda el dinero,
es más, escasea,
pero no falta el alimento;
campanitas de alegría
del bambú que recrea.
El viento traspasa la ventana
refrescándonos de este verano que castiga.
Aún perdura la luz;
la mano de Dios se posa en mi tejado,
mi casa está guarecida
entre los pliegues de su túnica.
Él no nos olvida.
Las voces amansadas por el viento, nos visitan.
Es hora de la siesta
y los párpados se cierran.
¡Qué paz!
se apagaron los ruidos de la avenida,
se calló el megáfono del que vende
uvas y granadillas.
El afilador de cuchillos que imita
el silbido del tiempo
se ha silenciado un momento.
Los árboles se agitan en la tarde mansa,
y la paz de mi hogar
se vive en el silencio.
INGRID ZETTERBERG
Derechos reservados
Precioso poema que nos transmite harmonia e paz interior.
ResponderBorrarBeijinhos
Gracias estimada Maria por visitar mis versos y dejarme tu dulce respuesta. Un abrazo.
BorrarQue linda es nuestra casa, que paz, que descanso, que confortable es llegar a ella; muy linda tu poesia dedicada a nuestro sagrado hogar.
ResponderBorrarBesos, preciosa! 🌹🙏🌷📿👑❤️
Si amiga querida, así se siente el hogar en algunos momentos de paz y silencio, me imagino que el tuyo también. Gracias por recorrer mis versos y dejarme tan bello comentario que aprecio bastante. Un abrazo con mi cariño.
BorrarHas hecho una maravillosa descripción en verso de lo que ocurre en una tarde de verano al llegar la hora de la siesta.
ResponderBorrarMientras te leía, no he podido por menos que sentirme en mi casa del pueblo, a esa hora que parece respetan todos, el chatarrero ya no vocea para que la gente le dé hierros viejos, el que vende melones y recorre el pueblo en una furgoneta, también permanece en silencio, hasta los pájaros se recogen por momentos y ese manto divino abraza las casas de los pueblos.
En mi casa también hay paz y ésta nunca se podrá comprar con dinero.
Si algún día vienes a España, dímelo, las distancias se pueden acortar.
Cariños y un fuerte abrazo.
Kasioles
¡Qué linda eres Kasioles! si supieras cómo amo España, ya he estado allí en dos oportunidades, en dos épocas distintas, y fui muy feliz, la gente me pareció tan acogedora!! Gracias por recorrer mis versos y dejarme tan bella respuesta que siento muy familiar. Si, me parece que muy pronto voy a volver a España, pues tengo una hija y mi nieto mayor que viven allá. Cuando Dios quiera, será. Un abrazo grande y estrecho.
BorrarBonito poema que me traslada a un plácido pueblo o pequeña ciudad. Recoges y transmites imágenes y sonidos típicos de un lugar apacible. Das vida a lo cotidiano de un hogar. Elocuente construcción poética desde la sencillez del día a día.
ResponderBorrarGracias mi estimada Grace por asomarte a mis versos y dejarme tan bella y sincera respuesta. Un abrazo grande.
BorrarHola Ingrid bunas tardes amiga, abro la cadena de comentarios y me siento orgullosa de ser la primera en dejarte unas palabras
ResponderBorrarNos compartes un bello poema en el que por encima de todo está la esperanza y la paz, me ha gustado muchisimo querida amiga
Un abrazo grande
Querida amiga Stella, ¡qué bonito verte entre mis versos! me alegra tu presencia. Gracias por tus bella palabras que aprecio mucho. Un abrazo grande y fraterno.
BorrarLogrado poema del realismo puro,
ResponderBorrarTraslada y ubica a la perfección al punto, sitio con las sensaciones y vivencias de ese rincón dentro de la ciudad.
Sientes y lo expresas con profundidad abriendo la comprensión al lector.
Tengas buena semana Ingrid!
Un abrazo llegue a ti. :-)
¡Qué linda eres Grace! me hace muy feliz que me respondas con tanto entusiasmo dos veces. Yo aprecio mucho tu visita y la belleza de tus palabras sinceras. Un abrazo desde Lima Perú.
BorrarHola Ingrid. Siempre es un placer cuando te visito!
ResponderBorrarLeerte es siempre una dulce fascinación, querido Poeta.
Un gran abrazo para ti.
Gracias estimado Anibal por estar presente entre mis versos y dejarme tan lindo comentario que valoro bastante. Un abrazo grande y fraterno.
BorrarUna comunión excelente, la paz es indiscutible cuando sentimos que en ello está la mano de nuestro Señor.
ResponderBorrarUn abrazo.
Gracias querida Meulen por detenerte entre mis versos y de verdad, es tal como tú dices, en esa paz del hogar está la mano de Dios, es indudable. Un abrazo grande.
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