SETENTA AÑOS DESPUÉS
¡Qué fácil es
escribir estas líneas
setenta años después!
y mirar
desde el otro extremo
de la vida
el horror del ayer.
Pero qué difícil es
expresar en débiles versos
la mueca en sus ojos,
y el precario vestido gris
que cubría sus huesos.
Asimilé ese dolor
en un sollozo,
y pregunté amargamente:
¿Porqué?
¿Porqué los golpes de Dios
hasta el alma vencida?
¿Porqué la hambruna silente
en sus ojos
que presagiaban la muerte?
Su soledad es la mía
aún en la distancia y el tiempo.
Su dolor me llega profundo y eterno
y el horror que consume su carne
en orfandad y en silencio.
Hoy quisiera haber sido
ave pasajera en su destino
y en mis sueños delirantes
voy saciando su sed
y su hambre.
Hoy quisiera haber pasado
por su áspero camino
y haberle ofrecido mi abrazo
para mitigar su martirio.
INGRID ZETTERBERG
Poema inspirado
en una mujer hambrienta
del ghetto de Varsovia
Me ha emocionado mucho este poema querida Ingrid, por el dejas al descubierto la sensillez y el amor que te habita, te felicito amiga
ResponderBorrarUn abrazo grande
Carmen
Gracias querida Carmen Stella por visitar mis versos y dejarme tan bella respuesta que yo valoro mucho. Un abrazo afectuoso.
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