sábado, 26 de agosto de 2023

El último escalón

 


EL ÚLTIMO ESCALÓN

Cuando yo me halle
en el más oscuro peldaño
de mi anochecer,
guarda para mí un refugio
donde recostar mi cabeza
y recuerda nuestro antiguo idilio;

porque hoy me rodea la maldad
como esquirlas que queman el alma.

No se puede retomar la pluma
suspendida en el viento de la noche,
quebrado ya el impulso
que se agota lentamente
aunque vea ya cercano
el último escalón de mi destino.

INGRID ZETTERBERG

De mi poemario
"A la sombra del ñandubay"

Derechos reservados

jueves, 17 de agosto de 2023

Divina justicia....Ven

 


DIVINA JUSTICIA...VEN

Nunca más regresaste detrás de tus pasos,
cual un fantasma de mirada turbia
te apeaste en el andén de mi espera.

Ya no eras tú, ni tu risa;
sólo un extraño y esquivo.
Nunca más las margaritas
volvieron a ser tuyas,
ni la albahaca ni la hierbaluisa
brotaron de tus manos.

Se han callado los pájaros bulliciosos
que tú alimentabas,
se ausentaron de nuestro huerto;
al igual que las violetas
dispersas en el viento.

Ya no regresarás a mi destino,
tu mente se extravió
por lejanos abismos;
y hay culpables en la sombra
con disfraz de religión
que pisotearon nuestros caminos.
Ya nada tiene color;
sólo espero en la divina justicia.

INGRID ZETTERBERG

Derechos reservados

De mi poemario
"A la sombra del ñandubay"

sábado, 5 de agosto de 2023

Relojes


RELOJES

El tiempo se disuelve entre mis manos
con añoranza de lo que fue 
y ya no será.

Juventud que te has marchado
cual un sueño que se truncó
en las arenas desérticas de la vida,
que te perdiste en el horizonte azul,
cuando yo creía en tu eternidad.

Relojes que se derraman
cual un llanto desgarrado
en las esqueléticas ramas
que ya no florecerán.

El tiempo dormido
es un sueño que no perdona,
no en este mundo finito,
pero se extiende en otras dimensiones
más allá de los astros.

El pasado y el presente
se unen de pronto
en una extraña sinfonía
y son uno en la expansión del cosmos,
donde no existen los relojes.

INGRID ZETTERBERG

De mi poemario
"A la sombra del ñandubay"

(Inspirado en una pintura
del gran pintor Salvador Dalí)

Derechos reservados

 

El niño que rehusó despertar

  EL NIÑO QUE REHUSÓ DESPERTAR ¡Qué triste cuando los gorriones alzan el vuelo y se alejan! Ya no aletean en mi ventana, se han escondido en...