SE QUISIERAN TANTAS COSAS
En mí habita una tristeza
con aroma a geranios,
y la vida me ofrece
un pan a solas,
madrugadas silentes
que besan
la orilla de mi alma
que desmaya en soledad.
Nadie sabe de mis horas,
se quisiera tocar
las puertas de los ausentes,
y llamarlos
en susurros de angustia;
pero me quedo anclada
al latir de mi pecho,
que implora por alguna voz
en el nacer del alba.
Segundero de mi existir
que quisiera detenerse
y no marcar el compás
de una noche más.
Dolor de no saber.
De no tener noticias
del mañana,
de auscultar el horizonte
que me devuelve el silencio
de una voz que invoco
y que no vuelve.
Y un pan a solas
en medio del pesar,
migajas de compasión
y otro día igual,
discurriendo incesante
como un río
con las mismas aguas,
remedando el sonido
del ayer.
Se quisiera en esta mañana
desnudar de esta tristeza, el alma.
INGRID ZETTERBERG
un bello blog estimada...
ResponderBorrarmás intimista según veo y siento...
El correr de la vida nos acorrala a veces , valga la redundancia, cuando nos sentimos un poco dejados de todos y que sentimos que algo nos falta, de humano , pero valientes rebuscamos en lo divino que nunca nos falla.
Un abrazo.
Gracias Meulen por visitar mis versos y apreciarlos y comprenderlos, dejándome tan hermoso comentario. Un abrazo.
BorrarMuy hermodo tu poema triste que refleja soledad y tristeza a instantes. Me gustan tus metáforas. Un abrazo amiga .
ResponderBorrarGracias amiga Paloma por recorrer mis versos y dejarme tan linda respuesta que aprecio. Un abrazo.
ResponderBorrarIngrid querida, un canto desesperanzado, a esa soledad que sientes..., el poema precioso, pero mira dentro de ti, encontrarás la formula de cambiar el color de las cosas
ResponderBorrarQuiero pensar que es inspiración, solo eso, pero si me equivocase de tu actitud ante los retos de la vida depende tu felicidad, al menos tu serenidad
Un gran abrazo
Querida Carmen Stella, ¡qué lindas tu visita y tu respuesta!, y verdaderamente este poema lo escribí hace muchos años, y fue en una madrugada en que ya todos estaban durmiendo y yo estaba escribiendo y me sentía sola...pero fue una soledad pasajera. Mil gracias por tu presencia. Un abrazo grande.
ResponderBorrarVueklvo querida amiga a dejarte un abrazo
ResponderBorrarCarmen
Gracias Carmen Stella, disculpa la tardanza, pero no me llegan a mi correo las respuestas de mis blogs, imagínate, tengo que estar adivinando cuando mis amigos me dejan algún comentario. Recibe mi abrazo también con afecto.
BorrarQuerida Ingrid. Leer tu poema a sido como arrancarse un collar de perlas del cuello y en silencio escuchar el sonido de cada una de ellas cuando caen al suelo. Después queda en un sentimiento de soledad.
ResponderBorrarRecibe un abrazo, amiga.
¡Qué linda y poética tu respuesta querida amiga Mónica! Gracias por estar presente entre mis versos. Un abrazo con mi cariño.
BorrarMomentos así, ya forman parte de mi vida desde que las personas que han sido los pilares más importantes en ella, ya no están.
ResponderBorrarDe todas formas, aún tengo motivos por los que seguir luchando, mis hijos y nietos son mis tesoros. ¡Precioso tu poema!
Ah! Gracias por tu mini receta para hacer esa tortilla, seguro que tiene que estar buenísima, a mí la cebolla roja me gusta mucho.
Cariños.
kasioles
Gracias mi estimada Kasioles, como decía más arriba, nunca recibo en mi correo las respuestas de mis compañeros de letras, y tengo que estar adivinando cuando hay comentarios, y es por eso mi tardanza en leerlos y contestarles. Lindo lo que me escribes, eres muy atenta y amable. Dios te bendiga. Un abrazo.
BorrarQué bonito y triste verso. He pasado por casualidad por tu espacio, seguiré leyendote. Un afectuoso saludo.
ResponderBorrarGracias Maru por recorrer mis versos y dejarme tan lindo comentario que aprecio. Un saludo con afecto desde Lima Perú.
BorrarHe llegado un poco al azar a tu blog, a este rinconcito de poemas, quizás algo intruso y desde luego sin llamar, pido disculpas.
ResponderBorrarDecir que la impresión es buena: versos que exhalan sensibilidad, emoción y verdad, algo tan necesario en estos tiempos donde la violencia y la pesadumbre nos tienen acongojados.
Saludos de Teo.
Teo, no tienes que pedir disculpas por haber entrado a mi blog, ¡no sabes la felicidad que me causan los comentarios de todos los bloggeros a quienes aprecio y respeto! Gracias por detenerte entre mis versos y dejarme tan linda respuesta que alegra mi corazón. Un saludo y bendiciones.
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