EN MI SOÑAR
Niño de mi soñar
aún te meces en mi recuerdo
a pesar de tu ausencia eterna...
Te fuiste a morar en el silencio
sin ofrendarme
lo que guardabas
en tus manitos secretas.
Tu risa fresca y sonora
se quebró entre campanillas blancas.
Quizás tu almita descansa
en el regazo de la luna
o entre brisas perfumadas.
Yo te esperaba
entre mantitas de suave lana
y te arrullaba en mi soñar,
pero no llegaste a mis brazos
que ya te amaban.
Niño del cielo algodonado
de mi cansada alma;
aún revoloteas
cual mariposa azulada
por los jardines soñolientos
de mi desolada estancia.
INGRID ZETTERBERG
(Inspirado en la imagen)
Tristes tan bellos versos con los que seguramente se identificarán quienes ansiaron ser madres... Eso tiene también la poesía: poder de empatía.
ResponderBorrarAbrazo agradecido, Ingrid!!
Gracias Carlos por asomarte a mis versos y dejarme tan linda y comprensiva respuesta. Un abrazo grande.
BorrarTú, como madre y abuela, tienes la gran suerte de poder disfrutar de tus nietos, mecerlos, acariciarlos y besarlos.
ResponderBorrarLa tristeza de esas mujeres que no pueden ser madres, la has reflejado con toda su intensidad en este triste poema que me ha emocionado.
Te dejo un fuerte abrazo con mis cariños.
Kasioles
Gracias Kasioles por estar presente entre mis versos y dejarme tan bella y sentida respuesta que aprecio mucho. Un abrazo desde mi corazón.
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