REMORDIMIENTO
Acacia perdida en mi ayer
hoy habitas mi remordimiento,
hoy que ya tu sombra
y tu lozano verdor
no inspira mis versos.
Árbol generoso y manso
que extendías tu brisa
protectora,
una mañana
que no logro olvidar
fuiste talado
de mis ojos,
fuiste arrancado
de mi corazón.
"Acacia" era tu nombre,
que se marchitó
en mi esperanza;
y nunca de tus vetas heridas
resurgió una fresca brizna.
Te fuiste secando solo
y no me ha visitado más
aquel pajarillo,
cuyo nido solías cobijar...
Hoy el luto de tu ausencia
se deja sentir
bajo este sol que castiga
mi alma,
porque tu sombra se marchitó
junto a tu humilde silencio.
Acacia, pura y nostálgica,
árbol que reinabas
en mi patio;
amigo de jilgueros
y palomas que te traen
en su lamento
de aquel pasado
que no quisiera evocar,
pero tus hojas breves
que el viento recuerda
ya no rozan mi tejado...
Y hoy que a mi ventana
me he asomado,
tu frondosa imagen
cual una estampa
me trae el remordimiento
que cubrieron los años.
INGRID ZETTERBERG
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