MI SANACIÓN
Me han herido,
es verdad.
Han zarandeado mi alma,
y yo he quedado
yerta
y sin fuerzas.
De a pocos,
recuperaré el vigor
que me arrancaron.
Y de las aguas
cristalinas
que emanan del dolor,
extraeré mi vida.
Y a las flores
de belleza inocente
reclamaré
mi antiguo esplendor.
Y beberé
en la música del viento
y en la danza de las hojas,
mi fortaleza perdida.
Me hicieron daño
los arqueros, lo sé.
Pero en la humildad
del cielo,
día a día
y en el silencio
armonioso
oración tras oración,
primavera
tras primavera,
vendrá
para mi herida,
la sanación.
INGRID ZETTERBERG
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