jueves, 6 de enero de 2022

Marchitas manos

 


MARCHITAS MANOS


Descubro
la piel cansada
de mis manos,

gastadas de esperar,
de afanarse
en el tejido
y el bordado.

Ajadas
como esas hojas
olvidadas 
de otoño;

mis manos
frecuentaron
la tierra madre,
el sagrado huerto,
y acariciando
pétalos,
dieron de beber
a los árboles
solitarios.

Plantaron crisantemos
y lozanas margaritas,

y se fueron gastando
en hornear panes
y tortas
con aroma a vainilla;

y en las tardes
de ilusión
crearon bufandas
y vestidos con blondas
exquisitas.

Hoy observé mis manos
y ahondé
en las grietas
que les dejaron
los años.

Mis manos
hicieron trenzas
con cintas de amor
y secaron lágrimas
de infantiles rostros
amados.

Mis manos
envejecieron
unidas
a mis plegarias,

y de ellas
nacieron cantos
de lluvia,
de silencio
y llanto;

y alguna tarde
estarán ya quietas
y en la sombra,
mis marchitas manos.

INGRID ZETTERBERG

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