LA MURALLA
Yo siempre estoy triste amado,
porque se me escapa la vida
sin volverte a ver.
Porque huyen los versos
de mis manos,
y con ninguno puedo
coronar tu sien.
Yo siempre estoy triste,
porque Dios ha levantado
una muralla
entre nuestras almas.
Y esa muralla,
con mis débiles fuerzas
yo no la puedo vencer.
Quizás sólo la derribe
mi escondida fe.
INGRID ZETTERBERG
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Serán bienvenidos sus comentarios.