FLOR ENVENENADA
Tengo el corazón herido
con una flor que me desangra,
margarita o crisantemo
de mi dolor postrero...
Versos que fugan
sin decir nada,
se ahogan en mi recuerdo.
Un cielo abierto
que no quiere volver.
Tu voz amargando
mis años viejos
como pétalo amarillo
lanzado cual daga
en mi pecho herido...
¡Mis manos no pueden
contener tanta aflicción!
Palabras tuyas
cinceladas en mi alma
como fuego que arrasa
toda mi ilusión.
No leeré más tus letras,
con crueldad que dañan
mi sensibilidad.
Te ahuyento de mi vida
como a un cuervo que lastima,
como a flor envenenada
que enluta mi jardín.
INGRID ZETTERBERG
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Serán bienvenidos sus comentarios.