AGUA DELEITOSA
Agua que emanas
de la tierra,
serás el oro
y la riqueza
de las futuras eras.
Agua que das de beber
a los cansados en la senda,
agua dulce y cristalina
hermanada con mi alma,
aún en las cascadas resuenas.
Al ganado
en los arroyos abrevas
y fluyes sobre valles
bañando la siembra.
Agua preciada
que en países lejanos
poco a poco te secas,
y donde antes habían lagos
hoy el desierto impera.
Agua pura
que de las montañas
te deshielas,
no volverás
a teñir de blanco
las extensas cordilleras.
Multitudes van
hacia los pozos a buscarte
y regresan
con sus cántaros y baldes
que a medias llenan.
Vivificante líquido
que estarás ausente
de muchos hogares
en los años que se acercan.
El hombre en su inconsciencia
no ha sabido valorarte
y hoy que escaseas
agua translúcida,
el humano se desespera.
¡Y quién sabe
si algún día por la sed
y el afán de obtenerte
oh agua deleitosa,
habrán guerras!
INGRID ZETTERBERG
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