HABLAR CONTIGO
Hermano,
en esta tarde
yo necesito un alma
que guarde mis palabras,
porque llevo muy dentro
la tristeza de Dios.
Hoy necesito tu oído
pegado a mi corazón,
porque este mundo
ya es poco para mi alma,
y muy pequeño
para mis ansias.
Yo necesito hablarte
hermano,
así, en silencio,
desde mi dolor al tuyo,
porque hablar contigo
es hablarle al Creador.
INGRID ZETTERBERG
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